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Tecnologías de Aplicación para el Manejo de Plagas y Enfermedades

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El uso de tecnología de aplicación para fungicidas, insecticidas, herbicidas y otros defensivos es crucial para aumentar la seguridad, eficiencia, calidad y sostenibilidad de los cultivos en la gestión integrada de plagas y enfermedades. En este artículo, destacamos los puntos clave a tener en cuenta al elegir la tecnología de aplicación adecuada y lo que debe saber y verificar al realizar la pulverización.

¿Qué son las tecnologías de aplicación para el manejo de plagas y enfermedades?

Las tecnologías de aplicación se definen como el conjunto de productos, equipos y técnicas de gestión utilizados para la aplicación de defensivos agrícolas con el objetivo de controlar plagas, fitopatógenos y plantas invasoras que afectan la producción de granos, frutas, flores y otros cultivos.

Beneficios de las tecnologías de aplicación en el manejo de plagas y enfermedades en el maíz

La utilización de tecnología de aplicación para fungicidas, insecticidas y herbicidas es esencial por diversas razones, entre las que destacamos:

Eficiencia: La tecnología de aplicación permite una aplicación más precisa y uniforme de los productos químicos, aumentando la eficiencia en el control de plagas y enfermedades. Esto optimiza los recursos, reduce costos y minimiza los impactos ambientales.

Seguridad: La aplicación precisa y uniforme de los productos químicos reduce el riesgo de exposición innecesaria para operadores, animales y medio ambiente. Además, permite la aplicación en ubicaciones específicas, evitando la contaminación de áreas circundantes.

Calidad: La tecnología de aplicación posibilita la aplicación más uniforme y precisa de los productos químicos, reduciendo las pérdidas y mejorando la cobertura de las plantas. Esto resulta en una mejor calidad de los productos finales, como frutas, verduras y granos.

Sostenibilidad: La aplicación precisa y uniforme mejora el control de plagas y enfermedades, reduciendo los impactos ambientales y los costos para los agricultores. Además, puede disminuir la contaminación del suelo y del agua, minimizando los impactos ambientales.

Principales causas de pérdida de eficiencia en la aplicación de defensivos

Las principales causas de pérdida de eficiencia en la aplicación de defensivos están relacionadas con prácticas agronómicas incorrectas durante la aplicación o factores ambientales.

Elección inadecuada del defensivo: La elección del defensivo debe considerar la plaga o enfermedad que se desea controlar. El uso de un defensivo inadecuado puede resultar en pérdida de eficiencia e incluso en resistencia de los organismos objetivo.

Mala calibración del equipo: La calibración incorrecta del equipo de aplicación puede llevar a la aplicación de dosis incorrectas, comprometiendo la eficacia del defensivo.

Condiciones climáticas inadecuadas: La aplicación de defensivos en condiciones climáticas inapropiadas, como altas temperaturas, vientos fuertes, lluvias intensas o humedad relativa del aire muy alta, puede afectar la eficacia del producto.

Falta de mantenimiento del equipo: La falta de mantenimiento del equipo puede resultar en problemas operativos, como obstrucción de boquillas de pulverización o fugas, lo que puede provocar una aplicación irregular del defensivo.

Mala calidad del agua: La calidad del agua utilizada en la preparación del defensivo es fundamental. El agua con impurezas, alta concentración de sales o un pH inadecuado puede perjudicar la acción del defensivo.

Falta de capacitación de los operadores: La falta de capacitación de los operadores puede llevar a errores en la aplicación, como la superposición de áreas ya tratadas, aplicación en dosis incorrectas o errores en la regulación del equipo.

Es importante destacar que las aplicaciones agrícolas deben realizarse siguiendo las recomendaciones del fabricante y con la supervisión de un técnico o ingeniero agrónomo para evitar riesgos para el medio ambiente y la salud humana.

Consulta a continuación las principales causas de pérdida de eficiencia en la aplicación de defensivos y cuáles de ellas se pueden minimizar con la elección de un buen Óleo Premium o Adyuvante.

Regulación y calibración de equipos

La regulación de equipos implica ajustar los componentes de la máquina a la cultura y los productos que se utilizarán. Esto incluye la elección del tipo de boquilla más adecuado, la velocidad de aplicación, la altura de la barra en relación con el objetivo y el espaciado entre las boquillas.

Por otro lado, la calibración del equipo se refiere al volumen de aplicación deseado, es decir, la cantidad de producto que se utilizará y la velocidad de flujo de las boquillas.

Es crucial realizar la regulación y la calibración del pulverizador en cada aplicación para garantizar que se aplique la cantidad adecuada de producto químico en el área objetivo, evitando desperdicios y minimizando la contaminación del medio ambiente.

La regulación del pulverizador debe realizarse de acuerdo con las características de la cultura, como la altura de las plantas, la densidad de follaje, el espaciado entre líneas y el objetivo. La regulación adecuada garantiza que el producto químico se aplique de manera uniforme en toda el área objetivo, cubriendo completamente las plantas y alcanzando las plagas o enfermedades presentes.

Además, es importante tener en cuenta las características del producto químico que se aplicará, como la concentración, viscosidad y presión recomendadas por el fabricante. Estos datos deben utilizarse para calibrar el pulverizador según la dosis y el volumen de aplicación recomendados.

Condiciones ideales para la aplicación de defensivos

Las condiciones climáticas adecuadas son esenciales para garantizar los mejores resultados y que los productos aplicados alcancen el objetivo y sean absorbidos por las plantas.

Según la Embrapa, las gotas después de la pulverización se ven afectadas por tres factores climáticos:

  1. Humedad relativa del aire: En baja humedad, la gota liberada durante el proceso de pulverización pierde líquido y peso debido a la evaporación, volviéndose más ligera. Puede ser arrastrada o desviada de su trayectoria inicial, incluso secándose completamente sin alcanzar el objetivo biológico. La humedad mínima debe estar alrededor del 50-55%.

  2. Velocidad y dirección del viento: Las aplicaciones sin viento son tan perjudiciales como aquellas realizadas con velocidades de viento superiores a 10 km/h. La condición más segura para pulverizar es con un viento constante de 3,2 a 6,5 km/h, correspondiente a una brisa ligera que mueve suavemente las hojas.

  3. Temperatura: Las temperaturas muy altas provocan la evaporación rápida de la humedad de las plantas y el suelo, afectando la deposición adecuada de las gotas. Las temperaturas por encima de 32ºC pueden secar las gotas antes de alcanzar el objetivo. Las temperaturas por debajo de 15ºC reducen la actividad fisiológica de las plantas, disminuyendo la absorción de productos con inestabilidad física o química, como los sistémicos o de acción translaminar.

Elección de Adyuvantes y Óleo Premium para potenciar los resultados

La utilización de tecnología de aplicación en el manejo integrado de plagas y enfermedades es cada vez más esencial, y la elección de un buen adyuvante u Óleo Premium desempeña un papel fundamental en el potencial de control de plagas y enfermedades que afectan a diversos cultivos.

Las funciones principales buscadas por el productor al realizar aplicaciones agrícolas son la reducción de la deriva, el aumento de la eficiencia de la aplicación con una mayor homogeneización de la mezcla, la estandarización de las gotas, una mayor humectación y penetración de los defensivos aplicados en el objetivo deseado. Además, garantizar la mínima pérdida por evaporación o desperdicio, considerando el factor económico y logístico como activos clave a valorar.

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